domingo, 30 de enero de 2011

Lecciones de Amor #1

Pues ya saben que con lo sentimental que soy, me encanta hablar y debatir sobre el amor y en alguna ocasión hablando con una chica coincidí con su forma de pensar en esto de las relaciones de pareja, aquí dejo entonces una de tantas lecciones de amor (no se burlen eh!)
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(Ser responsable de los sentimientos del otro) ...parte del principio básico de tener presente el impacto que nuestras palabras y acciones tienen en los demás.

No se debe abusar de la interpretación, ya que en una relación de pareja uno le confía al otro sus sentimientos, su afecto y viceversa, entonces se procura no herir o ignorar esos sentimientos.

Ahí entra la prudencia y/o responsabilidad. Si se conoce la reacción y el impacto (de nuestras acciones o palabras) y lo llevas a cabo, tienes que asumirla consecuencia :(

A veces carecemos de empatía, uno conoce bien lo que uno siente y podría sentir, desconocemos eso en el otro y regularmente en esos momentos uno no se detiene a reflexionar lo que estamos a punto de hacer.

Pero ayuda mucho cuando te dicen o muestran el "daño" que causas; a veces es irreparable pero uno aprende a ver o trata de ver mas allá claro, es algo natural.

Lo ideal seria que uno no se quedara con eso y lo hiciera evidente sin victimizar, como todo en la vida es cosa de equivocarse y aprender...

Se pierden cosas o personas chidas en el camino, pero en algún momento de la vida con alguien saldrás bien parado o te encontraras a alguien que no te haga daño. Obvio también se trata de que no lo permitas. Uno le da también ese poder a las personas. No se trata de ser egoísta pero tampoco dejado.

De princesas...

Alguna vez lo oí en la radio y lo encontré en una página...

"No todas las historias son lo que parecen, y esta es una de ellas...
Todo ocurrió en La Inglaterra de la Edad Media, dónde los príncipes y las princesas vivían en grandes castillos y donde ellos eran los propios dueños de sus vidas, siempre sumidas a la inseparable grandeza de su estatus social...
En concreto esta historia trata de una bella princesa, que por más que buscaba y buscaba, no enconrtaba un pretendiente que ella considerase que estuviera a su altura... Cierto es que ella tenía muchos candidatos, muchísimos, pero ninguno conseguía jamás llenarle el corazón... Entre esos candidatos se encontraba un jóven plebeyo, un pobre chico cuyas únicas riquezas eran el amor y la perseverancia.. .
Cada día que pasaba esperando poder hablar con la bella princesa, era un nuevo sufrimiento para él, pensando que jamás llegaría su turno, pero estaba equivocado, su turno llegó...
El jóven plebeyo, consciente de su situación intentó ser lo más sincero que pudo ante los ojos de la princesa...
"Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas"
La dulce princesa, sorprendida por tal gesto de amor, decidió aceptar, alegando que nunca nadie había hecho nada así por ella...
"Te daré la oportunidad que me pides, si pasas la prueba, me tendrás para siempre", dijo severa.
Los minutos pasaban como horas, las horas como días y los días como años para el jóven plebeyo aposentado debajo de la ventana de la bella princesa, quien soportó vientos huracanados, nieve fría y heladas noches a la luz de la luna...
Sin pestañear un solo segundo, con la vista fija en el balcón de aquella, su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer en momento alguno...
Ante sus dulces ojos pudo ver como de vez en cuando la cortina de la ventana del dormitorio real, dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena..
Todo iba a las mil maravillas, incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos...
Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca, ya empezaba la fiesta, la princesa se casaría con el único hombre que había demostrado que daría la vida por ella...
Por las calles de ese pequeño principado todo eran alegrías y jolgorios, pero de repente algo insólito ocurrió: Sólo faltaba una hora para cumplirse el plazo que el jóven dijo que cumpliría para poder tomar la mano de la princesa, y ante la atónita mirada de todos los asistentes y la perplejidad de la infanta, el jóven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar...
Una semana más tarde, un niño del pequeño pueblo le encontró deambulando por un solitario camino, y sin dudar ni un segundo se puso delante de él y con los ojos llenos de preguntas dijo: "Qué fue lo que te ocurrió? Estabas a un paso de lograr tu meta ¿Por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?...."
El jóven plebeyo con profunda consternación y algunas lágrimas que corrían por su rostro contestó en voz baja: "Ella NO me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora, no merece mi amor."

martes, 18 de enero de 2011

Un día normal

Este historia la escribió mi hermano, sólo le ayude en algunos detalles, la rescato de un blog que acaba de ser borrado, es un buen texto y no quería que se perdiera.


Publicado 4 de Junio de 2009
La gente suele decir que si realmente deseas algo, ese algo puede hacerse realidad. Esta es una historia en donde “eso” sucede…

Todo empezó en mi trabajo, como siempre me encontraba estirando la masa con la cual hago pizzas; estaba ya un poco harto del ruido, de la ciudad, autos aquí y allá, el organillero afuera, los murmullos de la gente y aún así terminé un pedido de 4 pizzas . Después , un poco fastidiado me senté en una cubeta, miré el reloj –¡¡¡¡uff!!!- marcaba cinco para las tres, cerré los ojos y me imaginé en mi casita, acostado en mi cama, descansando y de pronto, llegó a mi mente la imagen de aquella niña bonita, sus ojos llenos de vida, su sonrisa que ilumina. Abracé esa imagen en mi mente y abrí los ojos, volví a mirar el reloj, el segundero seguía moviéndose, tic, tac, tic, tac y de repente se detuvo… el reloj ya no avanzaba más y todo se quedo en silencio.

No podía creer lo que estaba sucediendo, me levanté y asomé la cabeza por la puerta, todo lo que estaba a mi alrededor se había detenido. Salí a la calle un poco espantado, en ambas direcciones nada se movía, parecía que el tiempo había parado, caminé por el Eje Central y lo que veía era asombroso: la gente que iba caminando parecía estar congelada, los autos a media calle totalmente inmóviles, los policías con silbato en boca; pude haber hecho lo que se me pegara la gana, pero tenía en mente sólo una cosa.

Empecé andar rumbo al Hemiciclo a Juárez, en una esquina había un señor con una bicicleta que al parecer era suya y sin pensarlo dos veces la tomé y pedalee, fue una sensación genial ir en contra flujo, sin nada de ruido, sólo el murmullo del viento que pasaba por mi rostro. Camino a mi destino me cruce con un puesto de flores, así que tome las más bonitas y hermosas que había y seguí pedaleando. Paré en una tienda de fiestas y tal vez era la suerte del momento porque encontré una bolsa de globos de su color favorito, los tomé, pasé por un oso gigante de peluche y por un disco a mi casa.

Teniendo lo necesario proseguí con mi viaje, no sabía cuanto duraría esto pero, aún así estaba feliz. Otra vez conté con la ayuda de la suerte pues, al llegar a mi destino final, es decir a su casa, su hermano también iba llegando, así que la puerta estaba abierta. Me pase con un poco de pena pero ya estaba ahí; me colé a su cuarto y la vi.

Sentada en su escritorio parecía estar haciendo un trabajo importante, sonreí al verla y me puse manos a la obra. Inflé todos los globos con los que contaba y llené su cuarto de ellos, su cama la tapicé de pétalos de rosa y en medio dejé el peluche gigante

Ahhh!!! y en su estéreo puse el CD con la canción Te Soñe de Alex Syntec. Terminado todo me quede mirándola, estaba tan hermosa como siempre, y el deseo me empezó a llamar, quería besarla, mi corazón se aceleraba, me fui acercando más y más, estando a solo unos centímetros de sus labios cerré los ojos me acerque lo que faltaba y…………Tic, tac, tic, el segundero volvía a moverse, estaba ahí sentado en la cubeta de la pizzería, el ruido de la ciudad volvía, los autos, el organillero y los murmullos de la gente. Todo había sido una fantasía, estaba soñando despierto y de pronto, un sonido me hace volver a la realidad , es mi celular, en la pantalla veo su nombre y en mi cara se dibuja una sonrisa.

Quiero verte llegar...

Publicado el 11 de Mayo de 2009

Esther miraba la computadora mientras pensaba, volteó, suspiró y no llegaba. Trataba de no parecer desesperada aunque por dentro­­ ansiaba que cruzara la puerta , la saludara , que llegara. Entonces Hugo entró al salón , la saludó , entregó el trabajo final y entonces Esther sonrió.

lunes, 17 de enero de 2011

Quién?

No sé quien eres para meterte en mi vida y provocar tantas sonrisas, pero te lo agradezco.
Apareciste sin que lo esperara y aunque, tengo que admitirlo, soñaba contigo, las ganas e ilusiones de estar juntos eran simplemente eso, sueños.

Hoy no diré que esto que siento nunca lo sentí, que provocas reacciones inesperadas, ni tampoco diré que a estas horas de la noche sólo pienso en ti, ni mucho menos que te extraño y ya quiero verte. Sólo diré que me encantas y me encanta que me des la oportunidad de demostrarte como puedo querer y que me permitas conocerte.

Yo no sé cuanto me dure la ilusión pero estoy seguro de que puedo regalarte grandes momentos para hacer de tu presente algo más lindo.

En fin, ojalá un día puedas leer esto.



domingo, 2 de enero de 2011

Aún no...

No, aún no,
Tiene tanto que enseñarme,
Tanto que reír conmigo,
Consejos, regaños, suspiros.

No, todavía no,
No me la arrebates que la necesito
Que aun la adoro, la quiero y la repito
Que aun no imagino un mundo sin ella, ausente.

No, por favor no,
Dame un par de años más
Déjame decirle lo mucho que la quiero
Lo mucho que la amo
Que tantas cosas me han hecho bien
Y tan pocas daño.

Un par de años
Señor te la cuidaré
Y la trataré, consentiré
Como tu la podrías tratar.

Déjame escuchar esos sabios consejos
Déjame sentir sus dulces regaños
Déjame estar con ella, vivirla
Sentirla, robarme su esencia.

No, aún no,
Que la necesito como consuelo
Como amigo,
Como mástil de mi rumbo perdido

sábado, 1 de enero de 2011

Adiós 2010

No tengo la menor duda de que el año que terminó fue de grandes experiencias y aprendizaje, de conocer a grandes personas que me ayudaron en mi desarrollo y de darme cuenta de que los sueños deben transformarse en metas.
Es por eso que hice mi top 10 de personalidades que bien (muy bien) o mal marcaron mi vida en este año: 
1.- G Peña
2- FGarduño
3-Uriel
4-Nayeli
5- Esmeralda
6- Israel
7- Enrique
8- Marco
9- G Morett
10- Vero

Después trataré de escribir un post de cada uno de ellos para decirles el por qué son mis personajes del 2010, por ahora sólo basta que sepan que son protagonistas en los capítulos de mi vida.