martes, 14 de junio de 2011

Desde Cancún...

Nota 1 Dìa 1

Acabo de hablar con Esme, para como están las cosas era la ultima voz queria oír antes de salir a este viaje, travesía que por cierto tiene fecha de comienzo pero no de termino. Espero sinceramente que sepa cuanto le agradezco haberla conocido y su amistad, que bien o mal, me dio.

Un poco antes había dejado a mi mamá y mis hermanos, no pude evitar llorar, y no es para menos, jamás he estado tan lejos de ellos y no había necesitado tanto su compañía como ahora que me voy.

Entre mis compañeros de viaje, Juanma y Enrique, se siente ese compañerismo que seguramente, porque lo creo y lo siento, terminará en una amistad. Hemos quedado de cuidarnos y apoyarnos en lo que se necesite, estamos conscientes de que a pesar de que vamos a jugar por un lugar en esto del periodismo, la lealtad y el ver por los otros deben recordarnos de dónde venimos y a dónde queremos ir.

El avión ha despegado sin problemas, las alturas siempre han sido un reto para mi, pero creo que en esta aventura será lo de menos. El primer obstáculo se ha pasado, dejar atrás a la familia y empezar a vivir lejos de lo que quiero y conozco.

Así termina la Nota1, espero que ya instalados pueda seguir escribiendo, los quiero a todos y les envió saludos.


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Nota 2 Día 1


Bajando del avión el calor y la humedad nos reciben. También nuestros jefes: editor y directora de Luces del Siglo.

Subimos las maletas a la camioneta, el mínimo esfuerzo nos hace sudar. Ya dentro las cosas cambian, el aire acondicionado marca una gran diferencia. Salimos del terreno del aeropuerto y nos dirigimos al centro. Pasamos a la Plaza de Toros a comer, tacos de arrachera con queso. Exquisito.

Terminando nos dirigimos a nuestra nueva casa. Paramos en la del señor Ambriz, nos quedaremos aquí mientras terminan de llegar unos muebles a nuestro hogar.

Bajamos las maletas, nos cambiamos, pues íbamos a la playa, así que el simple calor nos invita a ponernos unas bermudas.

Después nos volvemos a trepar en la camioneta y partimos rumbo a la zona hotelera, la recorremos y por fin llegamos a una playa publica cuya belleza radica en que en total obscuridad es iluminada por una luna, casi llena.

Mis compañeros se habrán sentido tan felices como lo hice yo?. Ahora sólo queda demostrar de que somos capaces, trabajar duro y aprovechar está oportunidad que seguro muchos otros quisieran.

lunes, 13 de junio de 2011

Antes de irme... para ti que no eres tu.



Escribo esto con firme convicción de que lo leerás y como otras veces, cuando los textos también son para ti, simplemente lo ignoraras y seguimos siendo amigos.

Ahora que estoy por partir al horrible Cancún puedo compartir un texto que escribí unas semanas después de enamorarme de una chica súper buena onda! Lo que escribí hace ya 2 meses no dista mucho de ser lo que aún en estos momentos pienso de ella.

En fin, ojala les guste.
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Si un día lees esto junto a mi, en el metro, en un café, en uno de esos momentos que al menos ahora (8/04/11) se han vuelto frecuentes, para dicha mía, quiero que preguntes-¿a quien se lo escribiste?- con esa mirada y gesto de satisfacción cuando sabes que algo es tuyo. Y yo te responderé -a ti, a quien más podría ser?-
Más que una carta que resuma mis sentimientos, debería ser una declaración, pero dado que el tiempo en que tardes en leer esto pueden ser desde días hasta meses, mejor lo dejaremos como un testimonio.

Eres una persona tan cercana y a la vez tan fuera de mi mundo, alguien a quien puedo recurrir cuando todo aquí adentro está a punto de explotar, la persona que me escucha, y entiende (o trata de entender) antes de juzgarme.

Eres mi mejor amiga por más que intente que tu no me trates como amigo. Eres, a más de un año de conocernos, la risa cuando todo parece caerse, la luz en las noches de café, la amistad perdida, la sonrisa anhelada, el coqueteo olvidado, el camino al trabajo, la nostalgia de tu tiempo, el abrazo que nos dimos, un amanecer distinto, el que sé que no sé nada, el tu vienes o yo voy, los mensajes que nos damos, la caricia que no existe, el beso que nunca será, los consejos que no seguimos, tu felicidad y mi tristeza, tu enamorada y yo tampoco, la conversación interesante, el debate tranquilo, tu manera de pensar, los momentos auténticos que nos dimos.

Y por qué pienso tanto en ti? Porque me gustas! Y? Bueno, esa es la razón principal.

Eres como quiero que seas, que me pongas en mi lugar cuando me vaya volando, cuando imagine cosas que no están pasando, cuando tu veas que no entiendo y quedo estancado, quiero que me repitas mil veces que todo esta bien, que lo tienes controlado, que no meteré de más el corazón y si tu lo ves esperando, lo ignoraras y no harás caso de lo poco que pueda ofrecerte, ese mi órgano, el pobre diablo. Que cuando en mi mirada la chispa del amor se encienda, lo más pronto que puedas sofoques con indiferencia ese sentimiento que debe ser reprimido. Te lo pido a ti y no a mi mismo, te lo pido a ti porque en ti confió, se que no me harás daño, se que puedo contar contigo, que esto, que usted llama amistad, llegue a buen termino y sigamos juntos, porque lo queremos y no porque lo diga el destino.




Adiós...

Adiós con las ganas de decir Hasta luego. No me fui, me fueron. Fue una amiga que no resultó ser más que una pobre chica sin saber que quiere. De cualquier forma pensaba irme. Salgo de ahí con la cabeza en alto, el cerebro lleno de nuevas ideas y mucho aprendizaje, y una decena de notas publicadas. Pueden ser buenas o malas pero en el periódico para el que siempre soñé escribir.

Volveré, como reportero.