sábado, 31 de octubre de 2009

La inevitable necesidad de escribir

Dicen que la Historia comenzó con la escritura; en algún momento del pasado a alguien se le ocurrió dejar para la posteridad los hechos que le parecían relevantes para su vida. Con el paso del tiempo la gente que tenia la habilidad y el conocimiento para escribir llegó a tener mucho poder y hasta fueron considerados sabios. En la actualidad y con el ajetreado horario con el que vivimos algunos, es casi imposible echar andar la imaginación y escribir algo, ya no digamos interesante, sino medianamente entendible.


Esto sale a colación debido a la reapertura (por enésima vez) de mi blog, que quede claro que nunca he perdido la capacidad para escribir, la cual me jacto de haber adquirido en la prepa, no ha causa de las buenas clases de la literatura, que influyeron pero no fueron decisivas, sino a la infinidad de cartas, cuentos, poemas, declaraciones y ensayos que le escribía a mi novia. Estos escritos aunque vagos me hicieron comprender que la mejor manera, al menos para mi, de expresarme, era por medio de la palabra escrita. Poco a poco he ido avanzando y perfeccionando mi forma de redactar y con el tiempo he aprendió a escribir sobre todo, dejando atrás las cursilerías y logrando hablar sobre cualquier tema con una calidad bastante aceptable.


Cuando llegué por primera vez a Blogger, mi necesidad de escribir se hizo grande y comencé a hablar sobre cine haciendo unas pequeñas reseñas. Llegó la escuela y no pude continuar con mi proyecto. Pasó el tiempo y aunque seguí escribiendo cosas para la escuela nunca pensé en subir nada a la red.


Y bueno, la historia, ésta que puedo contar gracias a mi gusto por escribir, nos lleva al día de hoy , o quizás hace algunos días más atrás cuando conocí a un grupo de gente que combina su vida social con la virtual y que gracias a sus aceptación pude darme cuenta que esto de la necesidad de escribir no es propia de los comunicólogos (carrera que me ha dado por estudiar) y que no se necesita ser un erudito para contar cualquier cosa con un toque fresco, divertido y muy personal; descubrí que no importa que tengas que decir mientras no te quedes callado y puedas dar un poco de lo que eres, inspirar a alguien más a abrir o reabrir su blog y encontrar en la escritura un camino para expresar lo que eres, sientes, deseas y crees.


Un poquito de nada y nada de poquito