martes, 12 de abril de 2011

La última...¿será?

Desdoblo un papel olvidado en mi cartera, leo el "te amo" que en aquellos tiempos era tan constante, comienzo a leer y me doy cuenta que las palabras no son tuyas, son de ese libro que tanto te gustaba leer, Mal de Amores de Ángeles Mastretta. Recuerdo el por qué me lo escribiste. Fue una despedida, de tantas que tuvimos. La recuerdo ahora después del último adiós que nos dimos apenas hace unas semanas, estás viviendo un sueño y en el, no tengo cabida. Que triste. Pero que se puede hacer cuando la suerte está echada y el destino me cierra el paso. En fin, será en otra vida, y si se puede, en otra mujer.

Adivinó sus facciones en la penumbra, mirándolo con la tristeza de quien abandona un reino. No lo besó para no despertarlo, para llevarse el conjuro de quien no se despide para no irse del todo. "El que se va es mi cuerpo, mi cabeza está siempre contigo", escribió con letras grandes sobre el programa de un concierto. Luego lo dejó en el lugar que habían ocupado sus quimeras junto a él, sobre la almohada.
Un rato después, todavía aletargado, Daniel extendió un brazo buscándola. Al no encontrarla cerca, la llamó con la voz modorra que a ella le gustaba oír mientras bebía café y revisaba el periódico junto a la ventana. Como no hubo respuesta abrió los ojos, vio la nota, maldijo, y con su ausencia como un abismo, corrió a buscarla al cuarto de hotel de una Milagros aún medio dormida.
– ¿Qué es lo que quiere esta mujer? -le preguntó a su tía bufando como un toro lastimado y perplejo.
– Todo -le contestó Milagros, falta por primera vez de algo que pudiera consolarlo.

1 comentario:

  1. "En fin, será en otra vida, y si se puede, en otra mujer"
    me encanta!(:

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